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Hace tiempo observo como auténticos desconocidos me escriben para entablar una conversación. Gente que está convencida que el desparpajo y la ausencia de las mínimas formalidades va a hacer que sea más fácil allanar el camino para un tuteo esporádico que les hará conseguir lo que buscan. Aunque lo que buscan, no lo saben ni ellos.
No es que a estas alturas parezca que quiera que la gente me trate de Usted, precisamente en la época en la que todo el mundo se tutea. Eso me da igual.
Lo que me laman la atención es la forma que la que la gente utiliza las primeras frases a modo de preámbulo.
- "Hola, ¿Qué tal va todo?"
En realidad, no sé que se pretende con esa pregunta.
¿Todo? Alguien que te hace esa pregunta quiere que se le cuente todo? Así, de buenas a primeras?
Mi vida, mi trabajo, donde vivo, mis problemas, los problemas de mi amiga, lo que he comido, la comida familiar del domingo…
Qué es todo? O realmente preguntan una cosa con idea de que les conteste otra?
Es verdad que es la manera más frecuente de dirigirse a alguien hoy en día, aunque no sea la más adecuada en absoluto.
Tiendo a dar la callada por respuesta y no me molesto en contestar.
Lo que me llama la atención es que muchas de estas prácticas sean mayoritarias y dominantes y con gran ímpetu se están imponiendo al resto de la sociedad. La furia y la persecución contra quienes no se suman a estos nuevos dogmas hace que lo que antes era “sagrada” una cosa ahora quieren imponer otra.
Nuevos preceptos y mandamientos de la gente super moderna que presume de ser “antisistema” oponiéndose a las doctrinas que ellos mismos creen obsoletas y sustituyéndolas por otras que son las que ahora ellos mismos suscriben e imponen.
Es decir, quieren que nosotros, los que aún llamamos a la gente que no conocemos de Usted y como bien decía mi madre, no hablamos con desconocidos, nos sumemos a ese tuteo impostado y hablemos unos con otros como si fuéramos parejas o mejores amigos.
Para pertenecer a ese nuevo mundo reaccionario de hoy en día hay que ser antitaurino en particular y defensor de los derechos de los animales en general. (Aunque no de todos porque las ratas, los mosquitos, las culebras, las bacterias y las garrapatas molestan a los animalistas y transmiten enfermedades).
Hay que ser antitabaco, ir al trabajo en bici, estar muy de acuerdo con el cuidado del planeta y con el cambio climático, ir a supermercados de comida ecológica, si eres vegano, mejor que mejor, ver machismo y sexismo por todas partes y defender a las mujeres con uñas y dientes.
Hablar con todo el mundo con un tuteo generalizado y sin recordar las normas de educación que hasta ahora creíamos vigentes.
Conclusión: la virulencia con la que nos imponen ciertas formas de actuar al conjunto de la sociedad no hace más que sustituir unas convenciones que no les agradan a unos por las que se muestran celosos con un espíritu policial y censor inigualable, por otras que forman parte de una actualidad reaccionaria y a mi gusto ya rancia.
Estoy segura que si algunas personas no contestan a esa pregunta habrá otras fervientemente interesadas en contestarla. Hay muchos peces en el mar.
- Hola, ¿Qué tal va todo?
- Aquí, pensando a ver por donde empiezo a responderte…
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