“Quiero dejar por escrito lo más exquisito en revelaciones sofisticadas: La emoción, la inenarrablemente dichosa sensación de ser amada.
Amar
sin ser correspondida ya es un privilegio. Sientes y ganas... aunque pierdas. Es soñar y esperar una dicha que el paraíso apenas igualaría.
Pero en cambio, saberse amada, oírlo de otros labios, sentirlo de otras manos, escucharlo de su voz, eso sí que es el paraíso… eso te puedo curar.”