#Aleertoca #eltranviadelamoda #leer
Acabar un libro no suele ser un tema habitual de conversación, esta acción no suele pregonarse, como tampoco es el no acabarlo.
Quién no ha tenido alguna vez la tentación de abandonar una lectura comenzada?
Hay libros de clásicos voluminosos como Moby Dick o Ulises que son conocidos por dejarlos caer y años más tarde, retomar su lectura para disfrutar con ella y terminarla. El impulso que se necesita para leer un libro puede ser su prestigio, si es un clásico, o su oportunismo si es de actualidad. Si los lectores no lo encuentran atractivo o interesante de nada sirve su clasificación, se hace intragantable y se abandona. Ese juicio puede ser muy personal…
La pregunta curiosa es saber a qué altura se abandona la obra.
Quién no ha empezado “ El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” y lo ha abandonado a las pocas páginas?
Lo mismo sucede con las relaciones personales…
Ahí podemos encontrar de todo. Hay personas que no dejan jamás a medias un libro mientras que otros defienden que un libro puede dejarse de leer en cualquier momento. Son lectores que se dan un plazo como en las relaciones, una especie de “margen” para que la obra le enganche. Y si no les engancha pasan a la siguiente y a la siguiente…
Hay quien piensa que las primeras páginas son suficientes para no soltar ese libro y llega a hacerse corto con 800 páginas y otras personas que con 100 páginas a sus espaldas esperan y esperan que las siguientes 30 sean la panacea.
No hay una regla universal, entre otras razones porque hay obras breves y otras extensísimas y hay relaciones fáciles y relaciones complicadísimas.
Con datos fehacientes diremos que un 19% de libros de narrativa general se abandonan antes de la mitad; sin embargo los de romance y los de novela negra, se abandonan “solo” un 13,1%. Otro dato significativo son los libros de empresa, que se abandonan antes de la mitad en el 75% de los casos, lo que significa que son cruda y duramente para consulta. Y eso…también pasa en las relaciones.
A veces, otro parámetro importante para el abandono de una lectura e incluso de una relación puede ser sencillamente el económico. Mientras dejar caer un libro que nos ha costado 32€ puede parecer dolorosísimo y dejar caer uno barato de bolsillo menos, dejar caer una relación económicamente solvente, cercana y fácil carece de sentido y dejar caer una relación difícil, lejana y económicamente inestable parece la decisión más acertada.
Eso sin contar los sentimientos…pero eso es para otro capítulo.
Hay libros que duran toda la vida en nuestra memoria. Incluso años después de leerlos una y otra vez, porque encuentras matices nuevos. Sutilezas que un día te engancharon y que cuando relees te vuelven a enganchar. Pero eso ya entra dentro del espacio íntimo de cada lector…como en el espacio íntimo de las relaciones, cada pareja tiene el suyo.
Cuando estamos con un libro prestado que ni siquiera nos cuesta dinero, abandonar una obra, solo puede significar ganar tiempo para leer otra más interesante. Siempre en espera…
Pero cuando un libro se nos cae, sea por lo que sea, es porque vamos a intentar leer una extensa novela de 800 páginas, de esas que llenan buena parte de la vida…de las de prestigio.
www.eltranviadelamoda.com
Hay quien piensa que las primeras páginas son suficientes para no soltar ese libro y llega a hacerse corto con 800 páginas y otras personas que con 100 páginas a sus espaldas esperan y esperan que las siguientes 30 sean la panacea.
No hay una regla universal, entre otras razones porque hay obras breves y otras extensísimas y hay relaciones fáciles y relaciones complicadísimas.
Con datos fehacientes diremos que un 19% de libros de narrativa general se abandonan antes de la mitad; sin embargo los de romance y los de novela negra, se abandonan “solo” un 13,1%. Otro dato significativo son los libros de empresa, que se abandonan antes de la mitad en el 75% de los casos, lo que significa que son cruda y duramente para consulta. Y eso…también pasa en las relaciones.
A veces, otro parámetro importante para el abandono de una lectura e incluso de una relación puede ser sencillamente el económico. Mientras dejar caer un libro que nos ha costado 32€ puede parecer dolorosísimo y dejar caer uno barato de bolsillo menos, dejar caer una relación económicamente solvente, cercana y fácil carece de sentido y dejar caer una relación difícil, lejana y económicamente inestable parece la decisión más acertada.
Eso sin contar los sentimientos…pero eso es para otro capítulo.
Hay libros que duran toda la vida en nuestra memoria. Incluso años después de leerlos una y otra vez, porque encuentras matices nuevos. Sutilezas que un día te engancharon y que cuando relees te vuelven a enganchar. Pero eso ya entra dentro del espacio íntimo de cada lector…como en el espacio íntimo de las relaciones, cada pareja tiene el suyo.
Cuando estamos con un libro prestado que ni siquiera nos cuesta dinero, abandonar una obra, solo puede significar ganar tiempo para leer otra más interesante. Siempre en espera…
Pero cuando un libro se nos cae, sea por lo que sea, es porque vamos a intentar leer una extensa novela de 800 páginas, de esas que llenan buena parte de la vida…de las de prestigio.
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Un chico con un libro en la mano |