LA QUINTA “S” DE MURAKAMI: SOBERBIA

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Siempre hemos necesitado a alguien. En eso se basan las relaciones. Para bien o para mal, necesitar a alguien a lo largo de la vida parece una conducta típica de los adictos. Para bien o para mal, todas las barbaridades que nos hacemos…pueden llegar a ser incluso pruebas de amor.

Pero nos da miedo reconocerlo. El orgullo y el miedo nos quitan lo mejor de la vida. Acabamos teniendo tanto miedo que solo podemos hacer las cosas preocupándonos hasta el final. Y eso nos trae mucho éxito, pero también nos agota.

No concebimos otro escenario más que en el que salimos victoriosos. Y no sabemos si lo que estamos sintiendo es miedo por fracasar o la soberbia frente a los demás para que no vean el fracaso. La cosa está muy reñida…

Cada palabra cuenta y como dice Murakami en sus relatos, las personas soberbias quieren ser admiradas y jamás dan su brazo a torcer, aunque de ello dependa humillar a los que tienen cerca, buscando siempre sentirse superior. Son despiadadas, psicópatas…son malas personas aunque depende de a quién preguntes.

La forma en que tratamos a las personas en el peor momento de su vida, es lo que nos define como seres humanos y muestra nuestra humildad. Muestra la sensibilidad y la ternura que todos poseemos…pero que nos cuesta exteriorizar a unos más que a otros.

Las peripecias de los personajes de este escritor, en ese sentido, son una búsqueda desesperada de esa ternura que, con suerte, alguna día sintieron y que se oculta dormida en el fondo de su alma. Una ternura etérea e indetectable, que está largamente reprimida en el alma, y que lucha por salir apartando la soberbia que la mantiene cautiva.

¿ No será que Murakami está plasmando en su particular mundo, lo que sucede en nuestra vida actual?

Porque siempre hemos necesitado a alguien en este mundo y en cualquier otro, vamos a perdonarnos por una vez…aunque no nos lo merezcamos, y dejemos la soberbia a un lado. 

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Debemos analizarnos y dejar la soberbia a un lado...