En muchas disputas las personas no buscan un acuerdo sino la victoria. Sin embargo, el respeto en esas situaciones puede convertirse en un beneficioso puente de comunicación.
Hay personas que no han sido educadas en el arte de disentir de manera productiva y eso...fomenta la rigidez mental y el pensamiento unidireccional.
Personas que nacen con un agujero negro en el corazón y otro en la cabeza y no hay nada en toda la tierra que alcance a rellenarlo excepto con las discusiones.
Cuando hablamos de violencia en las relaciones humanas...tendemos a restringirlas a las agresiones físicas. Y las verbales? Ese tipo de agresiones no ponen en peligro tu vida pero si tu autoestima y tu salud mental!!
Estas discusiones se acaban convirtiendo en un combate, en una guerra. Y la verdad, ¡No hay nada justo en un combate! La vida es injusta y...o encuentras como sacar ventaja o estas muerta.
Hay palabras que brotan en las batallas conyugales que cortan mucho más profundamente que un cuchillo. Entonces...Por que se recurre tan a menudo al arsenal de reproches y descalificaciones con las personas que mas se ama?
Palabras que de un tajo cercenan el orgullo del adversario y acabas demasiado cansada para tener miedo. Discusiones...que destrozan.
Pero una discusión se pude reconducir procediendo de una determinada manera sobre todo, evitando el bloqueo de una de las partes que se cierra en banda.
Ante eso deberíamos:
1. Señalar lo que esta mal en lugar de descalificar.
2. Escuchar y no interrumpir, respetando la opinión del otro.
3. Preguntar lo que el otro siente y sugerir lo que te gustaría a ti que sucediera.
4. Aceptar errores y no sacar "trapos sucios"
5. Hablar...en vez de gritar.
Hay personas que necesitan un tiempo de incubación para llegar por si mismos a una conclusión positiva, que entierra el "Hacha de Guerra"
Mientras tanto hay que estar preparadas para lo peor pero esperando lo mejor.
Discutir y sacar algo positivo, esta claro que es un arte!!
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