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#Aleertoca
Todo parece que tiene que ser llevado por una contabilidad. Las empresas, las familias, los partidos políticos…incluso algunos de ellos tienen también contabilidad B.
Pues bien, la contabilidad de cada uno de nosotros es la E. La emocional. Apuntamos en nuestro subconsciente minuciosamente las acciones que nos relacionan con los demás.
Si en la relación con mi amiga me doy cuenta que soy yo la que llamo, si en la relación con una hermana descubro que yo le he regalado más cosas que ella a mí, si en la relación con mi compañero de trabajo...estaré contabilizando las entradas y salidas de lo que habitualmente doy y recibo.
Y es una putada descubrir que estás en números rojos.
¿Y en tu relación de pareja?
¿Llega un 14 de Febrero y el regalo que recibes es desilusionante?
Esperabas el anillo de compromiso y se ha quedado en una cena romántica.
Esperabas que te presentara a sus padres y el fin de semana será otra vez con sus amigos.
Si le has comprado el regalo y el no te ha comprado nada…
Si has cedido más veces que la otra persona está claro: estás al descubierto.
A partir de ese momento empiezas a apuntar de manera más constatable si ese desequilibro se modifica en futuras fechas y acciones o por el contrario sigue incrementándose de manera sistemática. Comienza una época de investigación.
Este déficit que aparece en la relación sentimental es fruto de la casualidad o resulta que es una alerta para una situación en la que debes cambiar tu comportamiento?
Está claro que de ser así, las personas que sistemáticamente piden más de lo que dan y no aportan nada, son unos aprovechados y además, no tienen sentimientos.
Entonces acabamos recurriendo al Smarthphone.
¡Qué sensación de desamparo cuando nos lo hemos olvidado en algún sitio!
El teléfono es ese compañero fiel e incondicional que siempre está, no pregunta ni opina, no se queja y está dispuesto a acompañarte a cualquier lugar sea de día o de noche.
Con la batería cargada nos acerca a los que tenemos lejos y nos aleja de aquellos que, estando cerca, sólo se aprovechan de nosotros.
Es curioso lo fácil que resulta llevar la contabilidad E.
Cuando el amor está en números rojos, los smathphone tienen la batería cargada!!