Qué es un seductor...? Un adulador con encanto...?
Seducir tuvo durante siglos muy mala fama. Ya sedujo la serpiente a la mujer y la mujer sedujo al hombre. A partir de ahí entró el pecado en nuestras vidas.
Es verdad que existen varios tipos de seductores. Pero el prefecto seductor no sólo desea a muchas mujeres haciendo lo posible por conseguirlas sino que para este fin, crea en las mujeres un deseo que no existía antes para luego...abandonarlas.
Las seduce...fingiendo y jugando a ser otro, simulando incluso sentimientos que no tiene. No tanto para acostarse con ellas, sino incluso para dejarlas insatisfechas.
Un coleccionista ansioso por obtener fama...un plusmarquista de alcoba. Un seductor inseducible.
La hipocresía, la falsedad y el engaño hacen de su seducción un juego con una impresionante puesta en escena.
Para ellos la seducción es una obra de arte y lo que buscan en ella es la perfección.
Buscan seducidas poco experimentadas, ingenuas que no hayan tenido relaciones y que por eso...tengan algo que dar.
Todo eso forma parte de la obra artística donde acostarse con ellas es el último retoque.
Después, conseguidas, dejan de interesarles y las abandonan como un escultor abandona sobre la mesa los restos de arcilla que ya no son útiles para formar una figura. El poder sobre el poder, donde el placer es secundario como lo es el hecho de la seducción, solo son instrumentos, aunque muy agradables, para conseguir ese poder.
Existen varios tipos de seductores, sí.
Pero como dijo Arno Schmidt “El complejo comportamiento del ser humano prefiero que me lo expliquen los poetas” porque de otra manera a veces resulta incomprensible.
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