Perdón, culpa, desconfianza, resentimiento crónico...Para superar el dolor inicial del engaño hay que comprender la naturaleza humana y asumirla.
Comprender todo. Y la primera pregunta es: Por que?
Sexo, diversión, amor, oxigeno....La vida no es perfecta y además es corta. Lo queremos todo.
Entonces, que lleva a la infidelidad? Hacerse esta pregunta es lo mas normal del mundo pero esta cuestión no la sabe responder ni el propio infiel.
Una explicación es la falta de amor. Pero no siempre es cierto porque hay parejas que se quieren y no se engañan; parejas que se quieren y se engañan; parejas que no se quieren y se engañan; y parejas que ni se quieren ni se engañan!!
Entonces aparece la culpa que busca un único responsable. Se acusa al infiel; otras la tercera persona y otras a uno mismo. Que he hecho mal?
La infidelidad levanta una tapa que deja salir todos los complejos: peso, hábitos sexuales, capacidad de amar, inteligencia...
Los engañados huyen hacia delante y deciden o buscar otra persona o perdonar y todo al instante...solo para tapar la caja de los truenos.
Pero si se trata de buscar otra persona eso es venganza. Revancha o pagar con la misma moneda y buscar un amante para desquitarse.
Cuando las emociones se mueven tanto, el problema ha sido como se ha vivido: invertir y esperar; porque si se ama esperando algo ya se está equivocado.
Comienza el espionaje. Te das cuenta que la persona que tienes delante es capaz de mentir. Mil mentiras por sintagma que evacua por su boca sin piedad y te introduces en una paranoia. Muchos detalles nimios empiezan a llamar tu atención. Desconfianza perpetua que se acaba convirtiendo en una obsesión.
Te prometen que no van a ser infieles y eso no basta. En el futuro...quien sabe?
Eso nos convierte en desgraciados.
Para otros comienza un oasis. Algunas parejas han admitido que el mejor sexo lo han disfrutado después de una infidelidad. Notan un rebrote de enamoramiento. El amor es muy profundo...el sexo solo necesita unos centímetros.
La culpa del infiel mas el miedo a romper la pareja del engañado forman un coctel amoroso bastante afrodisiaco.
Así que el único final feliz de todo esto es el perdón. Pero eso no significa forzosamente reconciliarse. Se puede perdonar y seguir; perdonar y romper.
Disculpas, si. Te quitas el resentimiento de encima. Porque un resentimiento no superado convierte la infidelidad en un dolor crónico. El dolor no te lo quita nadie pero hay que saber pasar página.
La vida es así, compleja, emocional, inesperada...
"No ponga su fe en mi...se decepcionara se lo prometo"
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