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Por circunstancias que no voy a enumerar, los españoles tenemos otra vez una cita con las urnas. Por enésima vez, debemos escuchar durante unos días las programas que los partidos políticos han elaborado para esta nueva y tediosa campaña electoral.
Muchas son las ideas y magníficas las propuestas que ponen encima de la mesa como vendedores de feria: “Quién da más?”. Pero por desgracia no nos han convencido antes y no lo están haciendo ahora.
Unos han echado alcohol en una herida abierta que no debieron destapar traspasando limites que nunca debieron vulnerar…porque el odio es un trago amargo incluso para los estómagos más duros, incluso para los que quieren escribir la historia de nuevo, de una guerra que perdieron. Porque la envidia no es la excusa para los daños que se han hecho unos a otros.
Mientras, delante de sus ojos se multiplican por diez los problemas de la vida diaria y les da igual porque todos los políticos tienen en común una cosa, roban lo que no cultivan y se deshacen de lo que no les sirve…
Interpretan las estadísticas como bien les viene en gana. Para ellos hacer trampa es de sentido común. Pájaros carroñeros que se tiran los trastos a la cabeza, criaturas defectuosas y cuando se trata de rascar un voto…apenas humanas.
Y llegó el debate…
Dejando a un lado el pensamiento político, después de casi tres horas de debate, la imagen que nos quedó fue la de cinco hombres súbitamente envejecidos…
La tristeza se reflejaba en sus rostros como si ya supieran el resultado electoral del próximo domingo. Bloqueo total.
Parece que la posición en el plató ante la cámara fue a sorteo y menos mal, porque ni el peor enemigo le hubiera deseado estar a la derecha del presidente en funciones al que parecía un muñeco del guiñol. La perspectiva le jugó una mala pasada y le hizo parecer un muñequito del futbolín.
La luz captó los huesos de la cara del siguiente participante y por un instante se vió como un cráneo vacío y unos ojos inauditos penetrantes como cuchillos expulsaban frases hechas y “anuncios” de telemarketing baratos que jamás llevó a cabo a pesar de la moción de censura que le permitió estar donde está durante diecisiete meses…
Parece que todos nacemos con el mismo nivel de valentía para utilizarse o para malgastarse. Y la valentía brilló por su ausencia y el nivel intelectual…también.
“Para este viaje, no hacían falta estas alforjas…” hubiera contestado un agricultor de esa España despoblada que dice defender tanto.
El lobo no fue tan feroz. A veces es verdad que un poco de prevención es mejor que una montaña de remedios. La fortuna favorece a los valientes…pero protege especialmente a aquellos que están preparados y él se lo preparó. Su carácter le permitió mantener sus emociones bajo el férreo control del intelecto y solo se salió del guión cuando recordó a su padre y a su familia amenazados por un terrorismo que solo pueden comprender los que lo han sufrido.
Maduro, recio…la idea de proteger al débil supone para él algo más que un lema. Desechó los pensamientos negros que le absorbían y se centró en hacer propuestas y propuestas imposibles: bienestar de los animales, igualdad para la mujer, banco público, castigo a la corrupción...
Resultó menos frívolo e insustancial que el siguiente, fue dispuesto a tirar todo por la borda con tal de obtener un principio de coalición pero su jefe, el mismo que espera sentencias de corrupción que harán historia en Andalucía, se encargó de marcar distancias y el infinito dolor que lo estrangulaba se le notaba en la cara. Después, un juego de palabras le jugó una mala pasada, le falló el subconsciente, en qué estaría pensando…y resultó ser minuto de oro por casualidad.
Nunca hubiera creído que podía llegar alguien con tanto material para reforzar sus intervenciones. Este chico tiene la habilidad de sacar los momentos más divertidos de las situaciones más serias. El más breve comentario se transforma con él en un concurso de merchandaising plagado de datos imposibles.
Dibujó un impuesto de corrupción (I.C.B.) que mostró escrito y ascendía a 48.000 millones de € al año y nadie ha dicho nada todavía acerca de ese dato…
Recordaron a Adolfo Suárez, a Tarradellas, a Trump, a Felipe Gonzalez, a Aznar, a Zapatero, a Salvini… a muertos y a vivos, a políticos importantes para cada uno de ellos, a sabiendas de que ellos mismos jamás serían recordados. Necios creyendo que pueden convencer en una noche lo que no han convencido en años.
La adicción es el fracaso de la moral humana y los políticos tienen adicción al poder…La crisis se llevó por delante a unos y nos trajo a primera plana a otros que hubiera sido mejor no conocer.
Cuando baja la marea, se ven las partes pudendas y quedan al descubierto las reservas de vergüenzas de cada uno de ellos en su corazón y en su forma de ser. Es una carrera de resistencia…está claro.
Pero qué traicionero puede ser el tiempo y la hemeroteca!
Voten con prudencia: el tiempo confunde al enemigo y lo entretiene cuando baja la marea…
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