Cuando la vida nos obliga a cambiar conviene tener a mano un nuevo rumbo en nuestra carta de navegación.
Hasta ahora...nos habíamos hecho una idea del peor escenario posible. Ese que podía cumplirse. Pero...que sucede cuando nuestros peores temores se ven confirmados?
Que hacer tras el derrumbe del Plan A?
Poner en marcha el Plan B. Siempre hay otra opción y debemos intentar no elegir la equivocada.
A veces, batacazos vitales se convierten en grandes oportunidades.
1. Un despido laboral que provoca un cambio que se convierte en una vía hacia un negocio propio.
2. Una ruptura sentimental, que nos permite ver a quien necesitamos realmente como compañero de vida.
3. La perdida de un ser querido.
4. Una discusión que deja al descubierto nuestros miedos, carencias y puntos débiles!
5. Una ruina económica.
Pero claro, para tener un Plan B, la actitud combativa y optimista tiene que estar presente en nuestra vida. Casi todas las personas sufren descalabros a lo largo de su vida...tengan o no Plan B. La diferencia es la actitud. Como decía Buda; " el dolor es inevitable...pero el sufrimiento es opcional"
Dicho de otro modo, el dolor nos alcanza a todos pero para unos es un trampolín y para el resto es una excusa para relamerse las heridas.
No podemos cambiar nuestro pasado, ni como actuará la gente. Solo podemos jugar con lo que tenemos. Entonces, la vida es el 10% lo que nos pasa y el 90% como reaccionamos ante ello.
Es decir, como sobrevivimos en los escenarios pesadilla.
Cuando el mundo que habíamos conocido se viene abajo no queda mas remedio que construir una nueva realidad con lo que tenemos a mano.
Dentro de cada persona hay posibilidades que nunca serían exploradas o por falta de tiempo o porque nos hemos acomodado a un modo de vida que no permite mirar a los lados.
Intentar desactivar ese martillo que machaca nuestro cerebro...realmente puede estimular la búsqueda de nuevo horizontes.
Si el tren descarrila, hay que abrazar el Plan B y pasar a los hechos de inmediato.
"El secreto para salir adelante es empezar. Y el secreto para empezar es dividir esa tarea que nos parece compleja en pequeñas metas..."
Mark Twain
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