Las relaciones son fuente de felicidad pero también de sufrimiento. Felicidad por una buena amistad, una relación de amor, compartir algo íntimo y por sufrimiento....debido a malos entendidos y conflictos.
Cuantas veces hemos escuchado que en el lecho de muerte, las personas se arrepienten de no haber pasado más tiempo con su familia, amigos...y se dan cuenta que "Muy pronto en la vida es demasiado tarde"
A veces cuidamos las relaciones en momentos difíciles pero en mejores momentos, podemos creer que uno tiene ya a una persona o amigo y no necesita nuestra presencia.
Cuando se inicia una relación se cuidan los detalles. Al principio lo miras todo pero cuando ya la has integrado en tu círculo relacional cercano...dejas de cuidarle, inconscientemente. Entonces, ya no nos importa?
No nos damos cuenta que cuidarnos unos a otros es esencial para que las relaciones florezcan. Son las personas....las que dan sentido a nuestro ser y uno se descubre a sí mismo descubriendo al otro.
Sin embargo puede ocurrir que estar muy cerca de alguien provoque que nos fijemos más en lo que no nos gusta y no queremos....dejando de apreciar el valor que nos aporta. Entonces...por qué nos quejamos?
Cuándo alguien se queja de algo es porque esa persona le importa....y merece la pena ver lo que realmente nos esta diciendo.
Detrás de toda frustración hay un anhelo no cumplido. Y que es lo que realmente quiere...?
Esta frustración es fruto de darse cuenta del autoengaño en el que ha vivido respecto a una relación: esa persona cae definitivamente del pedestal. Y en esos casos cuidar la relación implica procurar que la separación sea lo más ética e indolora.
Es una liberación incluso mientras causa dolor y la relación que más tenemos que cuidar es la que mantenemos con nosotros mismos.
Y si en nuestros planes no entraba la presencia del otro? Vivimos con la mente planificadora que quiere lograr sus objetivos. Nos forzamos a cumplir los planes que nos hemos marcado y los compromisos cumplidos.
Pero los encuentros perdidos? ....retratos de personas desubicadas y solitarias con dificultades para conectar con otras personas con la moral convencional....y con las mejores versiones de sí mismos.
Cuando apreciar al otro se convierte en una actitud vital y única, incrementamos la calidad de nuestras relaciones, se manifiesta lo mejor de las personas y.....amamos más.
"Todos tenemos una mejor versión de nosotros mismos que deseamos manifestar a los que amamos"
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