Dicen…que algunos estudios demuestran que la lectura nos hace más felices y nos ayuda a afrontar mejor el día a día.
¿Cuántas veces nos hemos puesto en la piel del personaje de una novela?
Empezamos a empatizar con él y nos ayuda a entender las señales en el transcurso de la historia. Nos permite huir del espanto cotidiano de las cosas. De la vulgaridad del día a día. Es lo que tiene leer, alguien aparece o desparece a tu elección.
El eterno enamorado, el soldado valiente, el patriarca carrozón, la princesita de bolsillo, una abogada de éxito, el amante que no se puede olvidar, el marido infiel, historias de la Edad Media…
Esa lectura, como el enamoramiento, es un “ vicio virtuoso”. Cuando conocemos los bienes que nos proporciona, no podemos dejar de practicarla. Se convierte en una droga, en una adicción y entiendes perfectamente por qué cautiva a los demás.
Realizar viajes inimaginables, sufrir con los protagonistas, vivir grandes amores, vivir otros amores.
La fugacidad de lo débil y la belleza del cambio.
Dicen…que es el día del libro. Pero también de los escritores, de los que ya han escrito uno o varios y de los escritores que tienen la ilusión de sacar “su primero”. Incluso de aquellos que solo escriben para un lector. Es el día de los lectores. Para escritores y lectores, hoy debería ser todos los días.
“Como se va a los encuentros más esenciales de la existencia, como se va al amor y a veces a la muerte, sabiendo que forman parte indisoluble de un todo y que un libro empieza o termina mucho antes y mucho después de su primera y última página”. Julio Cortázar.
Leer y escribir debería ser especial todos los días...
