De pequeños pocos reciben una educación enfocada al bienestar emocional....y después de mayores buscan en los demás un sucedáneo de autoestima, que crea más problemas de los que trata de solucionar.
Muchos olvidan que la valía es el fruto de la autopercepción y no de lo que digan los demás. Quien más o quien menos, construye una idea de sí mismo en positivo o negativo. Hay personas que se sienten "mejores" y por encima de los demás.....y otras se sienten "peores" y por debajo de los otros. Y nos entristece.....
Por qué? Parece que debemos buscar la aprobación externa constante....y es un arma de doble filo: puede subir la moral pero puede dejar por los suelos el estado de ánimo...
Y entonces entras en un ciclo sin fin, caes en tu propia trampa .....porque necesitas un halago constante y no eres libre.
Eres como un adicto emocional que padece el síndrome de abstinencia.
Reforzar la autoestima significa aumentar el valor personal ante uno mismo y no delante de nadie. Y no confundirlo con complacencia externa.
Elevar la autoestima depende de tomar la decisión de que somos valiosos al margen de los resultados que obtengamos. Una decisión interior que se apoya en uno mismo.
Afecta de forma decisiva a todos los aspectos de nuestra existencia, desde la manera que funcionas en el trabajo, hasta en el amor o el sexo. Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos.
Y llega un momento en la vida, en el que tenemos que centrarnos en aclarar la relación que tenemos con la persona más importante, que no es otra que uno mismo!!!!
Porque cuando las personas se quieren más.....el mundo las quiere más....!!!
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