Sería ingenuo dar por bueno cuanto aprendió uno en su casa, pero hay conductas que sopesadas con la razón se siguen encontrando recomendables.
Una de ellas es la de favorecer a un hijo tanto si se ejerce como cargo público como si se goza de posición o de poder.
O simplemente delegar en un sucesor no por su valía sino por sus lazos de sangre.
La opinión de una cosa o de tal otra no puede ser objetiva cuando forman parte las emociones. Resulta empalagoso que un padre elogie a un hijo no como individuo particular sino como profesional. Desde luego si ha de ser lo último en cualquier faceta de su vida lo llevara en los genes y lo demostrara.
Pero si no es así, si no es adecuado aunque nos lo vendan como tal....puede acabar resaltando los defectos del elogiado, hijo,que habrían sido los fracasos del que elogia, padre.
Y eso pasa en el mundo de la moda española....
Hombre o mujer?
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